Desde el lado Oscuro de la Luna II
Que tanto se pone un@ a pensar acerca del oscurantismo mental, pareciera en muchos aspectos culturales y sociales que aun vivimos en una era medieval, estamos rodeados de pantallas, leds, información aparatosa (poco sustanciosa) y aun así la especie como tal se encuentra sumergida en la misma ignorancia de lo que somos. Sin falacia de generalizar a la humanidad dentro de esta neblina mental (nubilidad que desde que el humano es ser humano lo ha caracterizado) nos topamos con un puñado de hombres y mujeres que en contraparte a la des razón vivimos librando una batalla interna por des domesticarnos de manera aislada pero al convivir socialmente nos topamos una tras otra con sus repercusiones culturales que francamente están de la chingada y que hace incomprensible entender la lógica del porqué en el actuar de muchas personas a nuestro alrededor, padres, novios, el de la tienda, los del camión, tus vecinos, personas con las que muchas veces creces y que en sus creencias inculcadas manejan y fomentan ideas distorsionadas del amor… el amor visto como el negocio de la necesidad , del complemento, al gandallismo, al maltrato de los animales, a medirse y competir con los que te rodean para “ser mejores que los demás”… ya suena muy lejano todo aquello de los espejitos con los cuales se dice timaron a los prehispánicos que habitaban el territorio que ahora llamamos mexicano más no por ello significa que actualmente hayamos comprendido las magnitudes que tales hechos del pasado hayan repercutido y marcado en la identidad del mexicano conceptos que continúan vigentes en el ahora; son popularmente las referencias de los conceptos relacionados con el bienestar que ahora mismo suceden; la atención está tan enfocada en solo espejismos, fútbol, novelas, ridiculeces, romanticismos rancios; cristales, diamantes de arena y sal que se devoran como pozo sin fondo el vacuo sentido de bienestar perverso y lujurioso que produce el fornicar como roedores entre hermanos (escena “jipi” actual), lo frívolo orgásmicamente supra valorado validándose entre aquellas breves amistades que se juran lealtad ocasional, amor y justicia siempre y cuando puedan saciar su sed en tu agradable compañía, a los cuales en una breve temporada te enteras se andan ya agarrando del chongo por no saber manejar las condiciones humanas. El transcurrir del tiempo no ha creado avance en la mentalidad de muchas personas, las creencias envuelven a las masas a sobrevivir sin un sentido de certeza, aun en pleno siglo XXI hay personas que temen de animales solo por el color de su piel como con los gatos negros, hay padres, abuelos quienes impulsan el jugar a la guerra, a matar por diversión, a odiar a los gays, a ver a las mujeres como objeto sexual a cumplir un rol de vida, la aparente estructura ( más bien creencia) sin la cual no tendría valor alguno la vida. Se crean todas estas conformaciones con las familias, y resentimientos hacia quienes van en direcciones opuestas, ¡FAMILIAS ENTERAS VIVEN EN DEPRESIÓN! ¡EN SABOTEARSE LOS UNOS A LOS OTROS! generaciones a generaciones domestican a sus niños a temer… a seguir las estúpidas creencias que los mantienen en el oscurantismo, de aceptar lo que te dicen o cuentan sin plantearte siquiera si es parte de ti, si se ajusta a tu persona, viven de miedo e ignorancia… el velo mental de ese confuso ¡no saber¡ “¿qué hacer?” y esperando a que “alguien” ilumine sus propias mentes jodidas de existencias, siempre buscando al héroe, al líder que rescate, aunque este papel lo represente el horóscopo de alguna página web o alguien en turno de “buen corazón” les permita seguir fomentando la ausencia de raciocinio y la experiencia de la intimidad, digo si ya creer es crear pues porque no apostar a tu favor, el mismo trabajo o más cuesta el creer/ crear en tu contra; si analizas a las dos supuestas versiones de la república mexicana, “la patria agachada” o el “despatriado social” que ama más la tierra que el centro comercial que el otro quiere poner en ella, es un despapaye sin lógica con arrebatos pasionales que reflejan la no evolución forma de comprender nuestros propios instintos. El punto creo yo es que la casería de brujas no tiene para cuando terminar las mujeres llaman zorras y perras a las demás mujeres, los unos a los otros se comparan con los cerdos, las cucarachas o con otra serie de fantasías como las princesas, hadas dejando de lado los adjetivos simples y plenos de la vivencia-existencia.