Me Verás Patear
Acaso poco que ver con el deporte, pero quizá por pintar canas en la testa, no perderé oportunidad de dedicarle unas líneas al gran Gustavo Cerati, argentino que por lo menos a los que somos ya treinteros, y gustamos del rock, marcó con Soda Stereo aquella explosión latina de guitarrazos en nuestro idioma.
Cerati, que se fue sin salir del coma en cuatro años, se decepcionó por un tiempo de su equipo, el Racing de Argentina, al grado que apenas seguía los resultados del fútbol, pasión que llevaba jugando “cascaritas” previo a los conciertos, pero ya sin voltear a lo profesional.
Sin embargo, un destello musical lo ligó para siempre al mundo de las patadas. El programa Fútbol de Primera contó con el músico para sonorizar las entradas de corte, y más que separar un juego de otro; Cerati hizo de enganche, de “10”, para hilar musicalmente los duelos de la jornada en turno.
Pero no solo repartía el juego. El difunto ídolo del escenario, pasó de ser un extremo que va por la banda con vértigo dejando tirados rivales allá por los 80; aquellas épocas de Telekinesis cuando tenía el pelo esponjado, saltaba y bailaba al mero estilo de los Police.
Se tiró más al centro de la cancha en la madurez. Aquella épica ejecución del Comfort y Música para Volar, filtró emociones como Maradona pases a Caniggia; una exquisitez vigente para toda época.
Finalmente, se posó como mediocampista de contención. Claro, de los que tienen visión ofensiva; con cambios de juego, pelotas con salida fácil por los costados, llegando de atrás y pegando a portería de larga distancia. Para muestra, Crimen.
El tamaño del legado que dejó musicalmente, se resume en un hecho insólito para la degenerada realidad en que nos sostenemos; MTV Latino, después de años de conceder su espacio a series que históricamente pasarán desapercibidas, frenó de golpe, echó reversa, y sí, programó videos musicales; quizá con la esperanza de vender reediciones del Unplugged, pero programó a Soda Stereo.
Los nacidos en la generación X, que pasamos del cassette en el walkman al CD en el discman; de la época de Caifanes y Mario Bros, sentimos el vacío de ya no tener la esperanza de que Cerati despierte, cuando pase el temblor.
