TIBURÓN DE AGUAS INTERNACIONALES
En el fútbol mexicano hay equipos carismáticos, que cosechan millones gracias al marketing, con futbolistas que posan en calzones para las grandes marcas, que venden millones de playeras; y también están los Tiburones Rojos de Veracruz. Con el furor de la vuelta del equipo a la primera división nacional, vale la pena realizar un pequeño recuento de las ocasiones en que la presencia de marca de los escualos, ha dado de qué hablar a nivel internacional, en los lugares que menos se podría esperar. La primer “bomba” mediática de los jarochos fue en el ya legendario videoclip de la banda estadounidense Weezer, “Undone- The Sweater Song” que data de 1993, donde el vocalista Rivers Cuomo porta la playera de los escualos; aquella de la marca Pony que impusiera moda junto a la Tiburomanía de los 90, y que Cuomo adquirió en un fugaz paso por el puerto durante su juventud, luego de que una familia humilde de la ciudad le alojara por unos días, y lo despidiera con la insignia inequívoca del equipo, una “V” en el pecho con el escudo del equipo que hiciera grande Luis “Pirata” de la Fuente.
Para 1999, una versión modificada pero perfectamente identificable de la marca, hizo acto de aparición en la saga de animación más famosa en la historia del Cine, “Toy Story”, dentro del segundo filme de las aventuras de Woody y Buzz Lightyear.
Una rotación horizontal de la imagen con el tiburón en color azul, hace las veces de logo de la ficticia “Far East”, compañía aérea donde el vaquero viajaría a Japón para lograr la inmortalidad en un museo. Algunos aficionados incluso han enviado correos electrónicos a la empresa Pixar, para saber cómo llegaron a la determinación de utilizar una copia casi fiel del escudo, sin que al momento el estudio de animación haya respondido a sus cuestionamientos. La última gran aparición en la pantalla grande fue en 2010, cuando el director Álvaro Curiel tomó la bandera de los Tiburones Rojos para colocarla como vela del palo mayor del “Acorazado”.
Rodada en el puerto de Veracruz con el talento de Silverio Palacios, quien a bordo de su Volkswagen Sedan “anfibio” navega por el Atlántico para llegar a Miami haciéndose pasar por cubano y conseguir el sueño americano, ondea orgulloso la bandera del club, para llegar a Cuba por azares del maldito destino. En el cartel promocional de la cinta, el arte revela un pequeño homenaje del director hacia su abuelo, Gonzalo Curiel, creador de la canción “Vereda Tropical”, y cuyas primeras líneas se incluyen en el blasón de un equipo cuya mística vive apartada de los grandes reflectores; que da de qué hablar gracias a sus aficionados, a una banda de rock alternativo, a un estudio de animación, al ingenio de un cineasta mexicano, y raras, muy raras ocasiones, por su buen fútbol.
