VENOM: El Origen de la Maldad
¿A quién no le gustaría viajar al pasado por motivos propios? Y con esta interrogante me refiero particularmente a aquellas personas que han podido encontrar en la historia del metal a sus héroes personales, quienes ahora se han convertido en leyendas simplemente dignos de recordarse, lugar en donde situaré a una banda específica: Venom.
Venom desde sus inicios a finales de los 70’s ha tenido la idea clara de no conformarse con la escena popular que en aquellos años ya se dejaba ver en el metal, trabajando con esto en un proyecto simplemente agresivo y cargado de unos poderosos riffs que han detonado una revolución en la esfera metalera mundial, ya que gracias a trabajos como Welcome To Hell, At War Whit Satan, Calm Before The Storm, entre muchos otros álbumes más, Venom demostró ser el puntero inicial para el desarrollo de diferentes géneros dentro del metal, tales como el Death Metal, Thrash Metal y el oscuro y siniestro Black metal, fungiendo como una influencia directa para diversas bandas como Therion, Metallica, Pantera, Mayhem, Burzum, Hypocrisy, entre cientos más.
Y es cierto que esta banda procedente de Inglaterra ha tenido una extensa carrera con un numeroso desfile de miembros dentro de sus filas, aunque la alineación más representativa de la banda se reconoce con los miembros Cronos como bajista y vocalista, Mantas en la guitarra y Abaddon en la batería. Pero esto es lo que hace de Venom un fenómeno que no tiene precedentes, ya que el concepto primordial de la banda raya en la temática oscura y de un satanismo esotérico que se traduce en una corriente que los fieles metaleros no han querido soltar desde hace ya más de 40 años desde su formación.
Y esta es una ejemplificación directa de un arduo y constante trabajo, debido a que la banda ha realizado trabajos que en ocasiones fueron un tanto mal entendidos por los críticos y los fans, pero aun con estos ligeros tropiezos, Venom ha seguido dentro del movimiento del metal global, y se han consagrado por esta permanencia en la que tanto se han concentrado en trabajar. Y la verdad es que con este tipo de bandas, puede dejarse ver que el metal oscuro puede ser una vertiente que puede cambiar el mundo, cambiarlo para poder enfocarse en las emociones y sentimientos más mórbidos y agresivos que habitan dentro de las personas.
Pero situando a Venom con la escena actual dentro del metal, se puede rescatar la insistencia por nunca retirarse de este movimiento, ya que en este punto, esta banda tiene un repertorio que a pesar de no poder mantener una alineación original a lo largo de los años, en esencia ha sido el mismo con los claros proyectos que han lanzado dentro de su trayectoria. Y es este el motivo que en distintas partes del mundo los fans y fieles conocedores de la importancia de esta banda en la historia del metal, nos regocijamos con su llegada al festival Hell & Heaven Fest celebrado en la Ciudad de México, ya que es una oportunidad obvia para escuchar canciones que han marcado una importante época en la vida de Venom, tales como Bloodlust, Black Metal, Sons Of Satan, entre otras más que hasta el día de hoy son himnos y un culto directo a la representación de los inicios de un movimiento que no ha parado desde que Venom colaboró para sus inicios y permanencia en el mundo.
De igual manera, la llegada de esta banda a tierras aztecas representa un tanto más que un simple gusto por escuchar música en vivo, sino que puede ser la oportunidad de poder formar parte en este movimiento en el que se pueden ver reunidas bandas de la talla de Venom, Destruction, Lamb Of God, KISS, Testament, Carcass, Opeth, por mencionar algunos, que hacen poder notar que a pesar de la nueva oleada de bandas que han sucedido en los últimos años; Venom se sigue manteniendo como una de las más respetadas y seguidas por parte de los fieles al metal. Pero no solo se puede apreciar de esta manera el hecho de asistir al Hell & Heaven Fest y ver como Venom figura en una cartelera con otros monstruos del metal, sino que es en parte satisfactorio ver como a la mayoría de las bandas presentadas dentro de este evento se les ha hecho también posible compartir escenario con una banda a la cual respetan y que fue probablemente uno de los motivos y causas que los empujaron a vivir, comer y respirar metal.
Y centrándose un poco en el estilo musical de la banda, se puede entender un poco más la propuesta inicial que Venom ha defendido desde hace años, ya que con sonidos rápidos en sus guitarras tomados del estilo muy particular del Punk, con los efectos distorsionados de las mismas, la poderosa y rápida voz gutural de Cronos, forman un esquema muy difícil de olvidar para aquellos amantes de los veloces riffs y las satíricas letras de Venom.
Ahora solo queda augurar una muy buena carrera futura llena de experiencia y dedicación que se le ha dado al metal de Venom, ya que a pesar de ser uno de los creadores definitivos e indiscutibles de una amplia variedad de géneros y oscuros movimientos sociales muy importantes a nivel mundial (véase la columna Black Metal: La Lucha Noruega Contra Dios) simplemente esta agrupación sigue erizando cabellos y forzando a los fieles a volver a los orígenes del verdadero y original metal. Volver a conocer el camino que elegimos años atrás y que nos vuelve locos hasta el día de hoy, pero evidentemente, lo más importante en la labor de Venom, desde sus inicios hasta el día de hoy, es el poder compartir un solo sentimiento, el temor y la brutalidad hechos metal. Satisfacción que nos deja un corazón adrenalínicamente palpitante, cuerpos sudorosos y gargantas cansadas, pero que sobre todas las cosas, cuando el metalero escucha a Venom, simplemente puede entender, que la sombra amorfa que ha creado en esta atmósfera dicha banda, nos abre los ojos y nos muestra que lo siniestro tiene nombre, tiene un valor incalculable, tiene un fuerte espíritu, tiene vida propia y eterna, juntemos estos factores y el resultado es predecible: no es solo metal, es un metal esencial, es un metal emergente, y es que simplemente así, es el metal de Venom.
Álbum Recomendado: Black Metal (1982)
