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“ARREPIÉNTETE ARLEQUÍN, DIJO EL SEÑOR TIC TAC.” por primera vez ante el público xalapeño

De Epitafio Producciones, dirigida por Tony Ortiz

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“Año 2389. La tierra se mueve con la precisión de un reloj suizo. Todo está completamente calculado. Los horarios deben cumplirse al pie de la letra o el señor Tic Tac retirará de tu cardioplaca la cantidad de vida similar a tu tiempo de retraso.”

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En este mundo futuro nada puede salirse de lo establecido por los horarios. Hay un momento específico para llorar, para almorzar, para orar para que llueva. El maestro custodio del tiempo pensaba que nada podía salir mal hasta que una mañana escuchó la carcajada más estruendosa que había escuchado jamás. Un hombre metido en un traje de bufón se encargaba de hacer perder el tiempo a los demás ciudadanos, sin duda, pensó el señor Tic Tac, se trataba de un criminal. Lo que nadie sabía era que Everett C. Marm no era ningún rebelde sin causa, la tenía. El peligroso criminal conocido como el Arlequín sólo quería hacer un mejor mundo para quien fuera el amor de su vida, la bella Alice. Es así como inicia una cacería, un juego y una burla. Everett y Alice tratarán de preservar su amor de todas las maneras posibles, el señor Tic Tac tratará de preservar el plan maestro del sistema. Una lucha entre lo que define a una máquina y lo que define a un ser humano. A fin de cuentas “todo lo que se hace por amor va más allá del bien y del mal”.

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El mundo se encuentra en momentos de tensión. El descontento para con el gobierno ha pasado a ser general desde hace unos años y más aún con los recientes eventos políticos. La imposición de un régimen ha sido el temor de toda la población desde el inicio de los tiempos.

La obra pretende mostrar lo que sería un pueblo regido por un solo individuo y peor aún, por una máquina. Sin embargo, y como diría Henry David Thoreau en su “Desobediencia civil” siempre existirá alguien que se atreva a alzar la voz. Aun así, en muchas ocasiones, los que en principio luchan por un bien general, terminan olvidando los motivos iniciales de su movimiento y se encaprichan en el objetivo de destruir a quienes consideran el enemigo. Cuando nos encontramos en una guerra, del tipo que sea, nunca hay que olvidar que las razones deberían ser poder alcanzar la paz para poder ser mejores seres humanos. Luchar por el amor, por ejemplo, será mejor remunerado que simplemente luchar por el poder. Si perdemos esto de vista terminaríamos siendo como las máquinas que intentamos derrocar.

el rapero Dharius se presentara en xalapa
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