ROCKER’S NIGHT Xalapa Se Incendia
La noche del pasado 17 de julio se presentó un evento bastante concreto y aparentemente simple en el espacio geográfico que ocupa el bar Rockers en la avenida Orizaba #79 y déjenme decirles que la sensación fue bastante gratificante. Y esta es la razón.
Platicando con los dueños del lugar inicialmente Nacho “Six” Parra y Luis “Cheers” Osorio explicaron sobre el concepto del lugar, ya que siendo músicos, la apertura del lugar se enfocaba a las diferentes formas de expresión musical de la capital veracruzana y sus alrededores, de igual manera las facilidades prestadas al equipo de Burrito Mood fueron excepcionalmente buenas, así como el apoyo y soporte del gerente del lugar el amigo Ozzy Akino.
Alrededor de las 10:00 p.m. sin esperar a que la concurrencia se aburriera, el telón se abrió por cuenta de Los Traileros, banda que simplemente fue bastante interesante escuchar, un quinteto que de la mano de Hugo en la guitarra, Deybeat en la batería, Jorge Erre en el bajo y el vocalista Sandino, crearon rápidamente una atmósfera inundada de un Punk un tanto agresivo y que simplemente te invita a sacudir el cráneo al ritmo de los rítmicos guitarrazos que de esta banda emanaban. Simplemente un concepto bastante interesante y concreto que puede ser digerido en cualquier momento elegido para aquellos amantes de las tendencias punketas y salvajes que caracterizan el sonido tan peculiarmente organizado de Los Traileros.
Y como era de esperarse, no pasó mucho tiempo para que los ánimos no se enfriaran arribó a la tarima Dr. Totem conformado por Javier Chox en una de las guitarras, Arturo Rola en la segunda guitarra, Marco Queponds en el Bajo, Nestor Olmos tocando el teclado y Mario Reynoso en la batería. A manera personal, simplemente no se esperaba hasta ese punto de la noche un sonido tan específico como el de los Totem, pero a decir verdad, una vez que empezaron a emanar estos sonidos experimentales de cada uno de los instrumentos de esta agrupación, la audiencia simplemente no sabíamos que podía ser más importante: detenerse a observar cómo se elaboraban las notas, o mover el cuerpo al ritmo de estos poderosos y sintetizados riffs.
Pero Dr. Totem no es a mi parecer una banda que pueda encasillarse en algún género, sino más bien se puede representar como una banda de formas y expresiones, puesto que en la conjunta armonía de estas notas, se puede ver un trabajo detallado en cada uno de los instrumentos, y a pesar de no ser evidentemente una banda que se apoye mucho en líricas, simplemente sabe cómo mover a la gente, y ese antagonismo es simplemente excepcional, ya que pocas bandas pueden tener esa capacidad.
Una vez concluida la presentación de los Totem, fue el turno de la emergente banda Butchering The Empress, con quienes ya había tenido el gusto de trabajar en eventos anteriores, y déjenme decirles a razón de la reseña de la tocada pasada y a manera de profetizar la evolución de esta banda: el sonido simplemente creció al cabo de menos de un año. Ya que siendo una banda de metal, al no contar con un bajista su sonido parecía ser falto de ese toque, pero que con la colaboración de Irving Gómez en el bajo, el sonido simplemente fue envolvente y un tanto más concreto a los fines que la banda en si quería lograr. Pero en este espacio se pudo notar cómo una banda puede evolucionar de manera tan marcada si se tiene la visión de un sonido que te pueda servir de anestesia ante un Mosh desenfrenado y lleno de golpes, en los que por cierto, su seguro servidor perdió el gafete de prensa que pendía de su cuello.
En el punto más caliente del evento, llegan los Lawless Country, banda ya conocida por la esfera del metal local Xalapeño, que con su característica irreverencia a los estándares de un concierto formal, llevaron la noche a un punto fiestero y borracho, esencia que ellos mismos han sido orgullosamente portadores con el fin de hacer un buen metal. Pero al momento de verlos interactuando con la audiencia, pude notar la facilidad con la que su material es cada vez más aprendido y aceptado por los fieles metaleros locales, y esto habla simplemente de una banda que está ganándose un lugar muy específico en la esfera del metal en Xalapa. Y es que después de haber escuchado a esta banda tocar, simplemente quedan ganas de estar en la siguiente tocada para poder voltear el lugar de cabeza una vez más al ritmo del metal borracho de Lawless Country.
Y para cerrar la noche se presentó la banda Craven, quienes también anteriormente habían colaborado con Burrito Mood hace unos ayeres. Y es que el simple hecho de estar cansado, golpeado por el Slam, un tanto ebrio y desvelado, no te impide como fiel metalero el poder interactuar con esta banda que atabes de esos riffs tocados con fuertes pulsaciones rabiosas, partieron el lugar en dos. Todo esto al parecer forma parte de una ideología silenciosa que todos los metaleros podemos compartir; “Cuando el cuerpo quiera rendirse, el amor y la pasión por el metal simplemente te levanta.” Y es que los ritmos de la guitarra de Alan Cessa, la distorsión del bajo de Irvin Gómez, los beats diabólicos de Yanus y los riffs de Ricardo Silva, hacen una combinación perfecta con el poderoso timbre gutural de Poncho y su visión destructora de la sociedad. Simplemente se puede decir que cerraron de manera excepcional la noche.
Pero una verdad es irrefutable, es decir, al reconocer este tipo de proyección que pueden tener bandas locales en algún evento, se puede notar justo como el pasado 17 de julio, que Xalapa tiene un buen capital musical, pero no solo eso, los fieles del metal Xalapeño pueden pasar horas sin ser derribados a causa del cansancio o de unos simples golpes propios del Slam. Y cuando se habla de esta pasión, no solo se trata de un breve momento en lo que dura la tocada, es una actitud, una identidad, y una seña irrefutable de que el metal en xalapeño se está levantando, resistiendo a morir y detonando explosiones en diferentes territorios veracruzanos, tal y como ocurrió en el Rockers el pasado 17 de julio.