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Paisaje o sentimiento

¿Qué es un paisaje? ¿En qué consiste? ¿Por qué somos capaces, o nos creemos capaces, de notar algo con cierta singularidad? ¿No es solo acaso nuestra obsesión por notar algo diferente a los demás?

Pensémoslo claramente. Entendamos que paisaje en la definición oficial de nuestro idioma habla de todo aquello que creemos un espectáculo visto desde cierto punto hacia una extensión de terreno. Somos capaces realmente de apreciar nuestro entorno, pues estimado lector, esta columna está dedicada a todo aquel que pretenda envolverse en una discusión de fotografía conmigo. Sin embargo también debemos saber que el paisaje no es solo espectacular, o lo debería ser bajo ciertas condiciones.

Benjamin Walter habla de “La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica”, y por tanto no podemos hacer de cualquier paisaje una obra de arte. ¿O podemos?. Definitivamente si algo nos concierne a los fotógrafos, como a los demás artistas (o aspirantes al título) es la sensibilidad de poder expresar nuestros sentimientos en relación a nuestro entorno, muchas veces dependiendo del “status” social de nuestra comunidad. Con esto no quiero hablar de una posición económica, sino del peldaño donde se encuentra nuestro ser junto con el de nuestro entorno social.

Si hablamos de paisaje, a demás de una extensión de terreno (que generalmente es amplia) entendemos las capacidades técnicas de nuestro equipo fotográfico, y por tanto tenemos que entender hasta donde puede llegar. Un paisaje no solo habla de nuestra vista, sino de nuestra visión acerca de lo que queremos transmitir. Muchas veces, y como fruto de diversas discusiones, he caído en la síntesis común de amigos fotógrafos y mía que un paisaje no solo debe ser una porción de nuestra visión ocular, sino una conjunción de un título o declaratoria, un lugar y un sentimiento que debe ser transmitido con sensibilidad.

Esta sensibilidad, considero, debe ser bidireccional. Así como sentimos en el momento de capturar aquella vista, esa vista debe hacernos sentir algo espectacular. Si de verdad es algo espectacular, y nuestra técnica es algo pulcra, entonces estamos hablando de un verdadero paisaje. De tal modo considero, y quiero compartir, que un paisaje por si solo no debe ser capturado por la fuerza, sino seducido por nuestros ojos, corazón, espíritu, alma y mente. De la misma manera debemos permitirnos a nosotros mismos ser seducidos y ser envueltos por lo que admiramos con el fin de darle determinada espectacularidad.

Que mejor para nosotros poder ser sensibles con todo aquello que nos rodea ¿o solo con lo que pretendemos ser espectaculares?

el rapero Dharius se presentara en xalapa
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