DIOS ENTRE MORTALES
Teatro íntimo
Dirección de Wen Gabriel
Adaptación de “Mujeres de Ojos Grandes” de Ángeles Mastretta
Una obra de formato diferente que nos relata la vida de varias mujeres de los años 40’s en la ciudad de Puebla. Esta puesta en escena está conformada por varios micro escenarios, dentro de un foro, donde el espectador se vuelve parte de la obra para que le sean confesados los pecados de las diferentes figuras femeninas que en ella participan. De esta manera se da un acercamiento uno a uno entre espectador y actriz, envuelto por la idea de estar presente en la iglesia de Santo Domingo, listo para escuchar lo que ellas tienen que decir.
Desde las confesiones más ligeras, que algunas de ellas consideran fuertes pecados, hasta uno que otro delito más grave, del cual podrían no arrepentirse, se escuchan varias historias contadas de manera personal, una a una, que atrapan y cautivan al espectador; finalmente para darse cuenta que el mundo es muy pequeño y que podrían existir ciertas conexiones entre los personajes. Una obra que está caracterizada por la presencia femenina, y de la que no se podía esperar menos puesto que Mastretta es una escritora dedicada a relatar la vida cotidiana de la mujer en diversas épocas, momentos y lugares.
Por otra parte la utilería, los vestuarios y demás elementos empleados para crear la atmósfera correspondiente simplemente lo logran. Con pocos elementos, debido a ser una obra universitaria (pero no por eso menos importante o profesional), se puede llegar a otra época, que es precisamente lo que busca esta puesta en escena. Muy de la mano se encuentra la preparación de las actrices que están preparadas para contestar cualquier (o casi cualquier) comentario que el espectador en turno, o sacerdote, les diga acerca de sus confesiones; siempre sin perder el contexto histórico-social en el que la mujer jugaba un papel un tanto menos importante en cuestión de voz y derechos.
De la misma manera, y para finalizar, así como la mujer antes tenía determinadas desventajas sociales, debido a parte de nuestra cultura (y sin afán de generalizar, pues no en todos los puntos de la república era lo mismo), existen ciertas ventajas y desventajas a la hora de representar este tipo de teatro. Por una parte tenemos un menor desgaste de la energía de las actrices dado que no es necesario exagerar movimientos ni proyectar la voz en todo instante, y aunque deja de ser una carrera de velocidad se vuelve una de resistencia, puesto que ahora deben soportar entre 20 y 40 monólogos dependiendo de la afluencia de audiencia (recordemos que pasan de uno en uno).
No queda más que felicitar a los involucrados en la realización de esta obra y de la misma manera resaltar el hecho de que no muchas obras participan en el Festival Internacional de Teatro Universitario, con sede en UNAM, y ésta obra que surge desde los mismos integrantes de la Universidad Veracruzana lo logran. Enhorabuena.