UNA REALIDAD QUE NO PODEMOS TAPAR; ESTADO DE SITIO.
Producciones Cañandonga
Dramaturgia original de Albert Camus
Estado de sitio es una puesta en escena que nos habla de la situación actual del país. A través de diversas situaciones, esta obra nos muestra la manera en que se maneja el gobierno y cómo manipula al pueblo. Nos hace ver como imponiendo instituciones y estructuras políticas alteran la vida de un pueblo, que segurantemente se podía manejar a sí mismo, sin la necesidad de que las altas esferas impusieran modelos de control.
Con uso de máscara se muestra a aquellos que nos dirigen y la forma miserable en que lo hacen, decidiendo incluso que nos conviene y que no, qué hemos de recibir en esta sociedad “civilizada” y hasta cuanta felicidad es la que nos merecemos. Una obra dura que nos abre los ojos y nos hace entender que somos un pueblo defectuoso, que ya no es apto para pelear por lo que nos merecemos, por nuestros derechos naturales (y no sólo los que la ley marca), así como para recuperar la tranquilidad, la dignidad y la justicia que tanto ansiamos, pero que somos incapaces de conseguir.
En un punto medio de la obra también se nos presenta el mal uso de los medios de comunicación y de cómo masificando a una sociedad, que cae en el juego de consumir productos comunicativos que no nos llevan a ningún lado, es más fácil lograr que las personas (ahora una masa sin criterio propio) sea controlada y manipulada.
En cuanto a lo técnico de la obra solo queda felicitar el trabajo realizado por los actores, que si bien llegan a tener uno que otro error, no alteran en absoluto el mensaje que se quiere dar a conocer, y que alcanzan el objetivo de hacernos entender y darnos cuenta que estamos en un estado de sitio, no de derecho como se nos hace creer.