‘Cyberpunk’, un documental a partir de las concepciones de William Gibson sobre la tecnología
- Enfilme
- 25 jul 2019
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En 1984, William Gibson publicó Neuromancer, la primera de una serie innovadora de lo que él suponía que eran novelas de ciencia ficción. Sin embargo, el 90% de sus conceptos "ficticios" se han hecho realidad. Como movimiento, Cyberpunk tiene sus raíces culturales en la práctica del pirateo informático, el intercambio ilegal de hardware y software y el uso de drogas alucinógenas. Este documental, dirigido por Marianne Trench y producido por Peter von Brandenburg, examina las reverberaciones en los campos de la medicina y la investigación científica, creando la noción clave de Gibson del ciberespacio o 'realidad virtual'.
El filme es una exploración fascinante de las consecuencias sociales y tecnológicas de la vida real a partir de la obra del padre del movimiento cyberpunk, ampliamente reconocido como el principal escritor de ciencia ficción que transporta la tecnología actual a la decadencia urbana futura y social. Algunos de los temas predilectos de Gibson que se analizan son la piratería informática, la realidad virtual, la manipulación electrónica y la transformación del cuerpo humano, a partir de discusiones del propio Gibson, Timothy Leary, Vernon Reid y una serie de escritores, investigadores y artistas asociados al movimiento.
“La información quiere ser libre”, una frase repetida por varios participantes en el documental, simbolizaba la visión del Cyberpunk que recurrió a influencias de, y a su vez influyó, el arte, la moda, el cine (Blade Runner, por ejemplo, fue un gran precursor visual) y la literatura (el Neuromancer de Gibson es su texto clave, mientras que el Vurt de Jeff Noon y Snow Crash de Neal Stephenson son muy respetados). Mientras que la mayoría de los involucrados ven una tendencia hacia la liberación, otros tocan una nota de advertencia; que la tecnología utópica que puede empoderar también puede esclavizar. Mucho producto de su tiempo, las imágenes y los valores de producción del documental ilustran cuán rápidamente los vanguardistas pueden volverse obsoletos. A pesar de ello, sigue siendo un documento valioso de cómo se veía el futuro en 1990, en los albores de la “era de la informática”.

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